Gestión de flotas

Elegir la grúa de carga adecuada

  • 03/07/23
  • 5 min

Para elegir una grúa auxiliar, ya no solo es necesario determinar el alcance y la fuerza de elevación necesarios para cada tarea. También habrá que pensar en garantizar la seguridad de todos y seleccionar accesorios que faciliten su uso a los operadores de grúa sin experiencia. El mantenimiento conectado es una tecnología en pleno desarrollo que ayuda a mejorar la disponibilidad de los camiones grúa.

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La oferta de grúas auxiliares es variada y actualmente existen gamas específicas para cada actividad. Sin embargo, las actividades profesionales del sector de la construcción constituyen el mercado principal para estos vehículos. Se utilizan grúas con ganchos para cargar contenedores plegables, con horquillas para palés o incluso con cuchara de agarre para la recogida de material a granel. El montaje de estructuras, la manipulación de maquinaria o la poda de árboles son solo algunas de las posibles aplicaciones de una grúa, en función de sus accesorios. En cuanto a las actividades profesionales relacionadas con el medio ambiente, se está desarrollando el uso de los camiones grúa, especialmente al generalizarse el uso de las islas de contenedores soterrados, donde se precisa recoger los residuos en contenedores.

 

Una grúa de carga para cada actividad

La característica principal de una grúa es su capacidad de elevación, que se expresa en toneladas- metro ™. La oferta es extremadamente amplia, desde pequeñas grúas de menos de 1 Tm para vehículos comerciales hasta las grandes grúas de más de 100 tm. Las grúas de entre 15 y 25 Tm son las más frecuentes en el mercado. A nivel de fabricantes, Palfinger, Hiab y Fassi dominan el mercado a nivel europeo.

 

La electrónica al servicio del gruista

Al igual que sucede con los conductores experimentados y especializados y especializados en ciertos medios de transporte, hay escasez de operadores de grúas experimentados. Por eso, los fabricantes de grúas han desarrollado sistemas para simplificar el funcionamiento de las grúas de carga. Sin embargo, muchas veces su conducción exige una cualificación específica, como por ejemplo un certificado de operador de grúas.

El control preciso de una grúa exige la coordinación de las articulaciones y extensiones telescópicas. Para simplificarla, los nuevos controles remotos se encargan de esta coordinación. Las grúas auxiliares ya son capaces de hacerlo solas para que el operador no tenga que ocuparse de las operaciones repetitivas. Gracias a ello, es posible descargar un contenedor extraído de un punto de residuos soterrado automáticamente, tal como se ilustra en este vídeo del fabricante Hiab.

Las gafas de realidad virtual, que a través de excelentes simulaciones facilitan la formación de los operadores de grúa, también encuentran aplicación en operaciones reales. Mediante cámaras situadas en la pluma, permiten ver puntos de vista que resultarían inaccesibles desde el suelo. Por la seguridad de todos, cada vez se encuentra más extendida la automatización de las extensiones y plegados de las grúas. La mayoría de las incidencias ocurren durantes estas operaciones, que a veces se ejecutan de forma precipitada. Puede ver otro ejemplo facilitado por Hiab aquí.

 

El silencio demanda grúas eléctricas

La bomba hidráulica que mueve una grúa de carga suele accionarse por una toma de fuerza situada en la transmisión. Según este principio, el funcionamiento de la grúa auxiliar requiere el uso de un motor térmico. Sin embargo, las operaciones urbanas y nocturnas requieren grúas silenciosas. Para conseguir un funcionamiento silencioso, la respuesta es el accionamiento eléctrico. Se trata de combinar un motor eléctrico con la bomba hidráulica. Este motor se alimenta o bien mediante baterías específicas, o bien mediante baterías principalmente destinadas a la tracción del vehículo en el caso de un camión de propulsión eléctrica. Independientemente del tipo de motor principal, Hiab ofrece una solución «e-PTO» (toma de fuerza eléctrica) que combina el accionamiento eléctrico de la bomba hidráulica y las baterías necesarias. El silencio tiene un precio, dado el coste de las baterías y su impacto negativo sobre la vida útil del vehículo.

 

Grúas de carga, hacia un mantenimiento conectado

Cada inmovilización imprevista de un camión grúa conlleva una pérdida de explotación considerable. Por tanto, es necesario hacer un seguimiento de sus condiciones de uso y su estado técnico. Ese es el papel del mantenimiento conectado. Gracias a esta tecnología, es posible notificar un caso de sobrecarga o de circulación con una grúa no plegada. Para evitar una avería, es posible realizar un mantenimiento preventivo en cuanto la grúa conectada indique defectos como la contaminación del aceite hidráulico o cualquier otro problema.

Como el gestor de la flota es informado de las condiciones de uso precisas de la grúa, éste puede verificar que está correctamente dimensionada con respecto a los trabajos que ejecuta. De no ser así, el equipo podrá asignarse a otras tareas en que se emplee de forma óptima. Con vistas a la renovación de la flota, este conocimiento sobre el uso permitirá definir con precisión la herramienta de manipulación para que se ajuste exactamente a sus necesidades. Cuando una grúa presenta un problema de sub-dimensionamiento, ésta se verá sobrecargada,, con un elevado riesgo de rotura. Cuando se encuentra sobredimensionada, resultará costosa y pesada y, por tanto, difícil de amortizar, además de suponer un lastre respecto a la carga útil del vehículo que la lleva.

Una grúa de carga es versátil y puede abrir al usuario nuevos mercados con solo cambiar el accesorio del extremo de la pluma.

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