Neumáticos: cuando la presión es sinónimo de seguridad y ahorro
- 09/08/23
- 6 min
La vida útil de un neumático para vehículo pesado varía de 120.000 a 220.000 kilómetros, pero se ha comprobado que ese mismo neumático, siendo diseñado para tener varias vidas, podrá durar hasta 600.000 kilómetros. Como elemento de más desgaste y que precisa una mayor atención, ¡los neumáticos hay que vigilarlos de cerca!
Al cargar con todo el vehículo, el neumático es el enlace con la carretera que transmite toda la potencia del motor.
Durante un mantenimiento tradicional del vehículo, el cuidado de los neumáticos es el que se realiza en primer lugar, ya que el examen de los mismos nos podrá dar información detallada de posibles «síntomas» del vehículo y de su estado general. Si los neumáticos presentan un desgaste irregular, pueden encaminar al técnico hacia posibles problemas de suspensión, de ajuste de la dirección, o del tren delantero. El estado de los neumáticos es un buen indicador de potenciales anomalías mecánicas.
Antes de proceder a las reparaciones, la primera comprobación es la presión del neumático.
«Si vemos una evidente pérdida de presión, investigamos para identificar un posible pinchazo. En caso de que se confirme el pinchazo, colocamos un parche, aplicándolo por la cara interna del neumático, y lo volvemos a inflar. En Fraikin, creemos que una intervención sobre el interior del neumático garantiza la seguridad y la fiabilidad de la reparación, a diferencia de una intervención sobre el exterior», nos explica Dominique Reveleau, Jefe de taller en la delegación Fraikin de Emerainville (Francia).
Uniformidad del desgaste: una lógica económica
¿Lo sabía? Un neumático se desgasta el doble de rápido si va montado en la parte delantera del vehículo en lugar de en la trasera. Efectivamente, la fuerza de tracción del vehículo y la dirección provocan un desgaste más rápido. En Fraikin, para conservar al máximo lo ya existente y con un enfoque económico y ecológico, los neumáticos traseros, menos desgastados, se montan en la parte delantera y solo se cambian los neumáticos traseros por otros nuevos.
En caso de que un neumático presente más desgaste por un lado que por otro, se emplea la técnica de darle la vuelta sobre la llanta para equilibrar el desgaste en el lado menos desgastado.
«Para re-equilibrar los desgastes, desmontamos el neumático de la llanta para darle la vuelta y colocar la parte externa en la cara interna. Así, el neumático sigue desgastándose, pero de manera uniforme», continúa Dominique Reveleau.
Económicamente, es de una lógica aplastante: si no se realiza el mantenimiento de los neumáticos de forma rigurosa, entonces se acelera el desgaste global del vehículo, lo que supone inmovilizaciones y un aumento de los costes de reparación, además de un riesgo de accidentes innecesario.
Los neumáticos de los vehículos pesados: un tratamiento específico
«El neumático de un vehículo pesado tiene tres vidas: su vida como neumático nuevo, una segunda vida en la que lo re-aprovechamos y una tercera vida después del recauchutado», nos aclara Dominique Reveleau.
En efecto, una vez terminada su vida de neumático nuevo, el neumático de un vehículo pesado se redimensiona. El redimensionamiento consiste en retallar el neumático calentando el caucho: se rehacen los dibujos respetando las normas indicadas por los medidores de profundidad, que muestran hasta qué profundidad retallar el neumático.
Para su tercera vida, el neumático de un vehículo pesado regresa a la casilla de salida: vuelve al fabricante (Bridgestone para Fraikin). Durante las labores de mantenimiento, se desmonta el neumático y se envía al fabricante de neumáticos, quién se ocupará de quitar la banda de rodadura para sustituirla por una nueva. Una vez realizada esta operación, ¡el neumático de vehículo pesado regresa para hacer unos cientos de miles de kilómetros! Según el Centro Francés del Caucho y de los Polímeros, «un neumático nuevo de gama alta realiza de media 100 000 km adicionales y registra una vida útil media de 220 000 km. Este neumático, al estar diseñado para ser recauchutado, doblará e incluso triplicará su vida útil y realizará respectivamente 440 000 km o 660 000 km».
¿Cómo conservar bien los neumáticos?
Además de la presión, que habría que controlar al menos una vez a la semana para asegurarse del equilibrado de los neumáticos, Dominique Reveleau, Jefe de taller en la delegación Fraikin de Emerainville, nos avisa: «¡Cuidado con subirse a las aceras! Puede parecer poca cosa, pero en vista de la estructura interna del neumático, es fundamental prestarle atención. En un neumático, hay una estructura metálica compuesta por pequeños cables, y de tanto subir a las aceras, se incrementa bastante el riesgo de estrangulamiento y de reventón».
Una presión correcta: clave para garantizar la seguridad
Todos los neumáticos deben comprobarse de manera mensual con un manómetro.
Una presión correcta le garantiza un menor aquaplanning, un menor calentamiento del neumático, una reducción del consumo de carburante y una mayor vida útil del neumático.
Es preciso comprobar siempre la presión de los neumáticos en frío, ya que la circulación produce un aumento de la temperatura y, por lo tanto, de la presión.
Si la presión medida durante la comprobación manual es superior en 1 bar a la recomendada, habrá que proceder a un control de la presión más exhaustivo.
A partir de julio de 2022, los semirremolques y los remolques tendrán que estar equipados con un sistema de control de presión de los neumáticos denominado TPMS (Tyre Pressure Monitoring System).
Para cada vehículo, su neumático adaptado según sus desplazamientos
Existen diversos modelos de neumático. Los vehículos utilitarios ligeros vienen equipados con neumáticos de carretera, cuatro estaciones o neumáticos para nieve. En cuanto a los vehículos pesados, también cuentan con un modelo de carretera, así como neumáticos mixtos – todoterreno para aproximaciones a obras, y neumáticos específicos para los desplazamientos por las obras.
Por lo tanto, cada delegación Fraikin se equipa con un stock de neumáticos en función de la región en la que se encuentra. Por ejemplo, si una delegación se encuentra cerca de una zona con muchas obras, entonces contará con más stock de neumáticos «para obras». Este será también el caso para una delegación situada en una zona montañosa.
Reciclado: ¿cómo se transforman los neumáticos?
Una vez alcanzado el final de su vida útil, un neumático se envía a reciclar.
Una vez tratados, los neumáticos se trituran y se transforman en multitud de productos que utilizamos a diario: esterillas de fitness, revestimientos de carreteras, suelos de parques infantiles, o incluso césped artificial…
Nunca nos cansaremos de repetirlo: la comprobación de la presión es capital para conservar un vehículo en buen estado y optimizar el consumo de carburante, así como para garantizar la máxima seguridad del transportista y de las mercancías. Asegurar un buen mantenimiento de los neumáticos aumenta la vida útil del vehículo, reduce las inmovilizaciones y, por lo tanto, permite reducir los costes.