Transición energética

Reducción de la huella de carbono en el transporte profesional: retos y soluciones

  • 24/07/25
  • 3 min

Reducir la huella de carbono se ha convertido en una prioridad para muchas empresas del sector del transporte profesional.

Reducción de la huella de carbono en empresas con ejemplos de transporte sostenible y buenas prácticas.

No solo por razones medioambientales, sino porque hoy en día está directamente ligado a la eficiencia operativa, la competitividad y la imagen de marca. 

El transporte representa alrededor del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa, y buena parte de esa responsabilidad recae sobre el transporte por carretera. Por eso, cada acción encaminada a disminuir las emisiones cuenta, y mucho.

 

¿Por qué la reducción de la huella de carbono en empresas de transporte es una necesidad urgente?

La presión por descarbonizar el transporte se ha intensificado. Las zonas de bajas emisiones, las normativas europeas y la demanda de clientes cada vez más concienciados están obligando a las empresas a revisar su impacto ambiental. 

Pero más allá de la obligación, está la oportunidad: una empresa que reduce su huella mejora su eficiencia energética, ahorra costes a medio plazo y se posiciona como referente sostenible.

La sostenibilidad ya no es solo una cuestión ética o reputacional. La competitividad de muchas empresas del sector depende directamente de su capacidad para adaptarse a la transición energética. Y ahí, el transporte tiene un papel protagonista. 

Por eso, implementar una estrategia de reducción de la huella de carbono no puede esperar más.

 

 

Ejemplos de transporte sostenible que ya funcionan

Hablar de “ejemplos de transporte sostenible” no es hablar del futuro, sino del presente. 

Son muchas las acciones que ya están en marcha y que cualquier empresa del sector podría implementar:

 

  • Renovación progresiva de la flota por vehículos menos contaminantes: eléctricos, de gas natural, hidrógeno o híbridos.
  • Uso de software de optimización de rutas para reducir kilómetros recorridos y consumo de combustible.
  • Monitorización en tiempo real de las emisiones de cada vehículo gracias a la telemetría.
  • Carga de vehículos con energía procedente de fuentes renovables.
  • Formación de los conductores en técnicas de conducción eficiente.

     

Estos cambios, cuando se implementan de forma coherente, suponen una mejora real de la eficiencia operativa, un ahorro en el consumo de energía y un impacto directo en la reducción de la huella de carbono en empresas.

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Estrategias para avanzar hacia un transporte más limpio

Cada empresa es distinta, pero hay una serie de pasos comunes que pueden aplicarse para reducir la huella ambiental del transporte profesional:

  1. Medir para mejorar: calcular la huella de carbono es el punto de partida. Herramientas como el GHG Protocol permiten conocer cuánto emite tu empresa y en qué puntos puedes actuar.

     

  2. Revisar la composición de la flota: muchas veces, no hace falta renovar todo de golpe. Un plan progresivo, acompañado de alquileres flexibles o renting, puede facilitar la adaptación.

     

  3. Aprovechar las tecnologías verdes: desde el control digital del combustible hasta la trazabilidad de cada ruta, la digitalización es una aliada de la sostenibilidad.

     

  4. Invertir en formación y cultura corporativa: implicar a los equipos en la transición hacia un transporte limpio es clave para que las medidas funcionen.

A todo esto hay que sumarle el papel de la eficiencia energética, el mantenimiento preventivo, y la adaptación de los servicios logísticos a un modelo de logística verde.

 

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Beneficios concretos de apostar por la sostenibilidad en transporte

 

Reducir la huella de carbono en transporte no solo es bueno para el planeta. Es bueno para el negocio:

  • Mejora de la relación con clientes institucionales y grandes marcas que exigen partners sostenibles.
  • Acceso a ayudas e incentivos (como el Plan MOVES).
  • Ahorro en consumo y mantenimiento con vehículos modernos y eficientes.
  • Preparación ante futuras normativas más exigentes.
  • Reducción de riesgos reputacionales.

En definitiva, una empresa que invierte hoy en sostenibilidad está protegiendo su futuro. Y el transporte, como parte esencial de la cadena de suministro verde, debe estar en el centro de esta transformación.

 

¿Y en tu empresa, ya habéis dado el primer paso hacia la sostenibilidad?

 

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